CONTINUA EL DESPOJO
En contra de Enedina Palma Sandoval, quien pide la reversión de sus tierras.

Por Carmelo López Morales.
Con una cadena de argucias legaloides e inquisitorias, desde el sexenio de José Francisco Ruiz Massieu, hasta el actual encabezado por Zeferino Torreblanca Galindo, se arrebatan las tierras de vocación turística a ejidatarios de punta diamante bajo la promesa de una supuesta indemnización en la que les ofrecieron una miserable cantidad económica, argumentando que era el costo de árboles frutales, sin que esas propiedades hayan estado en venta.

El abogado Rubén Alejandro Reyes Reyes, defensor de la afectada, en entrevista exclusiva con Intersemanal, denunció que la mujer de treinta y dos años de edad, frecuentemente también es hostigada por diferentes grupos empresariales, quienes invaden su propiedad para construir desarrollos de lujo, con una basta cortina de impunidad.Los invasores son: el excoordinador de la bancada del PAN, Diego Fernández de Ceballos, Hotel Quinta Real, Inmobiliaria Real Diamante, Villas Toscana, Villas Océano, Grupo Mexicano de Desarrollo, propiedad de los hermanos Salinas de Gortari y la familia Ruiz Massieu, quienes, dado el influyentismo que poseen, se posesionan de un terreno ajeno con el aval de la Promotora Turística, dependiente del gobierno Zeferinista.
“Son gente sin escrúpulos, que utiliza su poder para delinquir y despojar de tierras en punta Diamante a los verdaderos propietarios, avalados por los gobiernos en turno, Zeferino Torreblanca Galindo, se avoca a congelar todo proceso legal que favorece a Enedina Palma Sandoval, dueña absoluta de las diez hectáreas de tierra” abundó el defensor, al mismo tiempo que mostraba un expediente de juicio testamentario desahogado en el juzgado segundo de lo familiar en donde celebró que la jueza Gabriela Ramos Bello, haya reconocido después de varias diligencias e inspección ocular a la verdadera y única heredera de las diez hectáreas de terreno, Enedina Palma Sandoval.
El lugar denominado “lomas del Varadero de las Charras” tiene una superficie de ciento ocho mil metros cuadrados, por su ubicación turística ha despertado la codicia de políticos, inversionistas y líderes quienes respaldados por el gobierno de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, crean el clan perfecto para acaparar dicha extensión de tierra con los métodos inquisitorios y argucias legaloides contra Enedina Palma Sandoval quien ha vivido un infierno para obligarla a desistir de su lucha contra los fuertes intereses que ambicionan la extención territorial.
Su pesadilla comenzó cuando con el decreto expropiatorio anunciado por el exgobernador del Estado José Francisco Ruiz Massieu, se le prometió una indemnización vergonzosa a su abuelo Sabino Palma Rodríguez quien nunca la aceptó ya que siempre pregonaba que sus tierras no estaban en venta y menos por una cantidad económica miserable.
Respecto a ello, el representante legal de Enedina Palma, alega que no se pudo haber consumado porque la misma ley, en el párrafo segundo del articulo 27 de nuestra constitución establece que, “las expropiaciones solo podrán hacerse por causa de UTILIDAD PUBLICA y mediante indemnización”, y lo que ha sucedido en este caso es todo lo contrario, tomando en cuenta que se han construidos fraccionamiento exclusivos, además de que siempre se rechazó, por ridícula, la indemnizaciónIndicó que el exgobernador del estado René Juárez Cisneros, le pagó cerca de ocho millones de pesos a César Sabino Palma, quien se cambió el nombre para usurpar derechos de la legitima propietaria, y que en realidad se llama Leodegario Palma Salinas, mismo que ha realizado manifestaciones, marchas, paros e incluso se crucificó para justificar su causa y para llamar la atención de la sociedad y del gobernador priísta, quien lo apaciguó con el pago económico mencionado.
Finalmente el abogado calificó de oportunista y rapaz la conducta del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, de quien ya se ha dicho, ha caído en las manos de la corrupción, y no se descarta proteja fuertes intereses al complicar cada día más el caso de Enedina Palma Sandoval y lograr despojarla de sus diez hectáreas y media terreno, en punta diamante, que en su mayoría continuan invadido para construir fraccionamientos exclusivos políticos e inversionistas, pizoteando los derechos de la única y legitima propietaria.
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